Cotidianamente, estamos expuestos al una gran cantidad de agentes contaminantes que ingresan a nuestro cuerpo, a través del agua, de los alimentos e incluso del aire que respiramos. En estudios recientes se ha comprobado, por ejemplo, que hoy en día tenemos de 400 a 1.000 veces más plomo en los huesos que hace 400 años.
Por un lado, el uso (y abuso) de fertilizantes sintéticos y los plaguicidas en la agricultura hace que, al consumir alimentos, los incorporemos a nuestro cuerpo aun sin saberlo. (Leer Mas)